Los físicos han teorizado y comprobado que en el universo en el que habitamos, existen cuatro fuerzas fundamentales que rigen absolutamente todo. Una de ellas, la conocemos muy bien, es la gravedad. La segunda es el electromagnetismo, la que se encarga de hacer funcionar la pantalla en la que estás leyendo esto. Las otras dos, menos conocidas, son la fuerza nuclear débil y la fuerza nuclear fuerte, encargadas de la radioactividad y de que los átomos permanezcan juntos, respectivamente.
Todo iba bien, hasta que científicos notaron que la sonda Pioneer 10, lanzada al espacio en 1972, esta siendo atraída por una fuerza inexplicable, cuyos datos experimentales no concuerdan con ninguna de las cuatro mencionadas. La Pioneer 10 está ahora a más de 11 mil millones de kilómetros de la Tierra (la última en 2003), pero los científicos siguen recibiendo señales de ella. Según cálculos, la velocidad de la sonda se reduce en 10 km/h cada cien años por la misteriosa fuerza. Aunque esto es apenas perceptible, tiene grandes implicaciones en la cosmología y pone dudas en cuanto a nuestro conocimiento de las leyes físicas.
El doctor Philip Laing, un miembro del equipo de investigación de la sonda, dice “Hemos investigado cada mecanismo y teoría en que podamos pensar, y hasta ahora nada ha funcionado”.
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