Los palestinos descartaron renunciar a su intención de pedir en septiembre la adhesión de un Estado de Palestina a la ONU, pese a la propuesta israelí de último momento de reanudar las negociaciones, indicaron responsables palestinos y analistas.
"El tren palestino va rumbo ahora para Nueva York", declaró a la AFP el negociador palestino Saeb Erakat, al inicio el miércoles por la noche de una reunión del comité de seguimiento árabe en Doha sobre la gestión palestina en la ONU.
Erakat restó importancia a las recientes informaciones según las cuales el Primer ministro israelí Benjamin Netanyahu estaría dispuesto a reanudar las negociaciones de paz con base en las fronteras de 1967, como lo pidió de manera solemne el presidente estadounidense Barack Obama en mayo.
"Son filtraciones del gabinete de Netanyahu, que consideramos como una maniobra y una simple operación de relaciones públicas", declaró.
El martes, un responsable israelí sugirió que Israel estaba listo para comenzar las negociaciones con esa base, luego de haberse opuesto categóricamente, pero con ciertas condiciones.
"La idea es que los palestinos renuncien a su proyecto de actuar unilateralmente en la ONU", explicó, tras destacar los esfuerzos para "elaborar un marco que haga posible reanudar las discusiones", iniciadas desde hace varias semanas por Estados Unidos con el apoyo del Cuarteto sobre Oriente Medio (Estados Unidos, Rusia, Unión Europea, ONU).
Pero la dirección palestina tendría mucho que perder ante la opinión pública al renunciar a última hora a ese proyecto en el que se involucró mucho, según expertos y responsables.
"Sería un golpe duro", subrayó el analista palestino Hani al Masri.
Según él, "Israel teme la iniciativa de los palestinos, pues cree que la ONU podría darle lo que Israel se niega a darle por las vías de la negociación".
La apertura atribuida a Netanyahu "tiene por único objetivo torpedear el proyecto palestino de ir a la ONU", dijo Ahmad Majdalani, miembro del Comité Ejecutivo de la Organización para la Liberación Palestina (OLP), muy escéptico sobre la voluntad del Primer ministro israelí de regresar a la mesa de negociaciones.
Netanyahu intervino recientemente para anular un encuentro previsto entre el jefe del Estado israelí Shimon Peres y el presidente de la Autoridad Palestina Mahmud Abas, que debía ser dedicado precisamente al reinicio del proceso de paz, dijo.
Abas repite desde hace meses que su decisión de llevar ante la ONU la solicitud de adhesión de un Estado con base en las fronteras de 1967, o sea la totalidad de Cisjordania, Jerusalén Este y la franja de Gaza, no es "una maniobra" sino un medio de reanudar las negociaciones con una mejor base.
"Sería erróneo pensar que dirigiéndose a la ONU, los palestinos buscan sólo ganar puntos para mejorar su posición en las negociaciones", advirtió Majdalani.
Las negociaciones israelo-palestinas, brevemente reanudadas en septiembre de 2010 bajo el patrocinio de Washington, se encuentran estancadas desde hace diez meses.
Estados Unidos se opone al proyecto de Abas y amenazó con oponer su veto al Consejo de Seguridad de la ONU.
Pese a las muestras de determinación, Erakat se ha mostrado evasivo sobre la fecha del envío de la solicitud de adhesión.
"Tenemos tiempo", dijo, y aseguró que el expediente "estaría listo para ser presentado antes de la reunión de la Asamblea General de la ONU".
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