Golpe a las tropas de EE.UU. en Afganistán: 8 muertos
Ocho soldados estadounidenses y cinco civiles murieron en ataques en el sur de Afganistán que incluyeron un coche-bomba y un tiroteo en las afueras de un cuartel policial en Kandahar, dijeron funcionarios ayer, en momentos en que las milicias del talibán responden a los esfuerzos de la coalición de la OTAN por controlar la volátil región. Los ataques se producen un día después de la muerte de 3 soldados británicos.
Un atacante suicida estrelló un automóvil cargado de explosivos contra la entrada del cuartel de la Policía Nacional Afgana de Orden Civil la noche del martes y luego otros insurgentes atacaron con armas automáticas y lanzacohetes, informó la OTAN en un comunicado.
La Organización tiene la fuerza ISAF desde hace ocho años, tras la invasión de Estados Unidos a fines de 2001 que derrocó del poder a los talibán (sospechados de proteger a Al Qaeda) pero no pudo doblegarlos luego, cuando se fugaron hacia el interior del país, sobre todo al sur, en la frontera con Pakistán.
Este año promete ser el más duro para las tropas extranjeras que ocupan Afganistán con apoyo del actual gobierno.
Son de 47 países, pero el grueso pertenecen a EE.UU. Inclusive la segunda fuerza militar, Gran Bretaña, viene cediendo control a los generales norteamericanos en diversas áreas del país asiático.
En el sur, además, hay sobre todo soldados holandeses y canadienses.
Ayer los policías y soldados internacionales repelieron el avance de los insurgentes, pero tres soldados estadounidenses y cinco empleados civiles murieron, dijo la OTAN. Luego se conocieron otras cinco bajas norteamericanas. Además, el funcionario provincial Zulmi Ayubi confirmó la muerte de un agente afgano, aunque no estaba claro si era de la policía de Kandahar o de la fuerza nacional, un cuerpo de elite. En total hubo trece muertos.
Los Talibán se adjudicaron el ataque a través de su vocero Qari Yusef Ahmadi, quien llamó a los periodistas.
El grupo, que suele exagerar el impacto de sus ataques, dijo que 13 militares extranjeros y 8 efectivos afganos habían muerto.
La unidad especial de policía, conocida como ANCOP, había sido enviada recientemente a Kandahar para establecer puntos de control conjuntos con las fuerzas internacionales para tratar de asegurar la mayor ciudad del sur, cuna espiritual de los Talibán .
Los cinco civiles muertos eran tres traductores afganos y dos guardias de seguridad, indicó por su parte el jefe de la policía provincial, Sardar Mohammad Zazai. Efectivos de la OTAN y afganos están operando en otras partes de la provincia de Kandahar para presionar a los insurgentes en áreas rurales.
La estrategia busca mejorar la seguridad con policías y soldados más numerosos y mejor entrenados para que pueda establecerse un gobierno sólido y puedan avanzar proyectos de desarrollo que ganen la lealtad de los afganos. Pero los Talibán han respondido con una serie de ataques suicidas y explosiones, que hicieron del mes pasado el más mortífero en la guerra.
En lo que va de julio, 45 soldados extranjeros han muerto en Afganistán, 33 de ellos estadounidenses. En medio año murieron 367. A este ritmo, los soldados muertos este año superarán a los de 2009, cuando hubo un récord de víctimas fueron 520 las bajas.
Aunque no se toman el trabajo de contarlos con igual precisión ni parezcan contar por igual para las estadísticas de las potencias, las víctimas civiles afganas, incluido niños, mujeres y ancianos, son decenas de miles desde 2001 .
Actualmente hay 143.000 soldados extranjeros, de los cuales 100.000 (menos los ocho muertos ayer) son estadounidenses.
Fuente!
Ocho soldados estadounidenses y cinco civiles murieron en ataques en el sur de Afganistán que incluyeron un coche-bomba y un tiroteo en las afueras de un cuartel policial en Kandahar, dijeron funcionarios ayer, en momentos en que las milicias del talibán responden a los esfuerzos de la coalición de la OTAN por controlar la volátil región. Los ataques se producen un día después de la muerte de 3 soldados británicos.
Un atacante suicida estrelló un automóvil cargado de explosivos contra la entrada del cuartel de la Policía Nacional Afgana de Orden Civil la noche del martes y luego otros insurgentes atacaron con armas automáticas y lanzacohetes, informó la OTAN en un comunicado.
La Organización tiene la fuerza ISAF desde hace ocho años, tras la invasión de Estados Unidos a fines de 2001 que derrocó del poder a los talibán (sospechados de proteger a Al Qaeda) pero no pudo doblegarlos luego, cuando se fugaron hacia el interior del país, sobre todo al sur, en la frontera con Pakistán.
Este año promete ser el más duro para las tropas extranjeras que ocupan Afganistán con apoyo del actual gobierno.
Son de 47 países, pero el grueso pertenecen a EE.UU. Inclusive la segunda fuerza militar, Gran Bretaña, viene cediendo control a los generales norteamericanos en diversas áreas del país asiático.
En el sur, además, hay sobre todo soldados holandeses y canadienses.
Ayer los policías y soldados internacionales repelieron el avance de los insurgentes, pero tres soldados estadounidenses y cinco empleados civiles murieron, dijo la OTAN. Luego se conocieron otras cinco bajas norteamericanas. Además, el funcionario provincial Zulmi Ayubi confirmó la muerte de un agente afgano, aunque no estaba claro si era de la policía de Kandahar o de la fuerza nacional, un cuerpo de elite. En total hubo trece muertos.
Los Talibán se adjudicaron el ataque a través de su vocero Qari Yusef Ahmadi, quien llamó a los periodistas.
El grupo, que suele exagerar el impacto de sus ataques, dijo que 13 militares extranjeros y 8 efectivos afganos habían muerto.
La unidad especial de policía, conocida como ANCOP, había sido enviada recientemente a Kandahar para establecer puntos de control conjuntos con las fuerzas internacionales para tratar de asegurar la mayor ciudad del sur, cuna espiritual de los Talibán .
Los cinco civiles muertos eran tres traductores afganos y dos guardias de seguridad, indicó por su parte el jefe de la policía provincial, Sardar Mohammad Zazai. Efectivos de la OTAN y afganos están operando en otras partes de la provincia de Kandahar para presionar a los insurgentes en áreas rurales.
La estrategia busca mejorar la seguridad con policías y soldados más numerosos y mejor entrenados para que pueda establecerse un gobierno sólido y puedan avanzar proyectos de desarrollo que ganen la lealtad de los afganos. Pero los Talibán han respondido con una serie de ataques suicidas y explosiones, que hicieron del mes pasado el más mortífero en la guerra.
En lo que va de julio, 45 soldados extranjeros han muerto en Afganistán, 33 de ellos estadounidenses. En medio año murieron 367. A este ritmo, los soldados muertos este año superarán a los de 2009, cuando hubo un récord de víctimas fueron 520 las bajas.
Aunque no se toman el trabajo de contarlos con igual precisión ni parezcan contar por igual para las estadísticas de las potencias, las víctimas civiles afganas, incluido niños, mujeres y ancianos, son decenas de miles desde 2001 .
Actualmente hay 143.000 soldados extranjeros, de los cuales 100.000 (menos los ocho muertos ayer) son estadounidenses.
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