Pensamos que la pregunta debe formularse de otra manera: ¿Por qué hay que acabar con el capitalismo? Esa es la primera pregunta que vamos a responder.
Sin embargo, creemos que la cuestión que plantea el compañero debe completarse respondiendo a dos preguntas más:
*
¿Ha sido siempre el capitalismo un peligro para la humanidad?
*
¿Quién puede destruir el capitalismo?
1.- ¿Por qué el capitalismo es un peligro para la humanidad?
Cuando se hundió el bloque ruso –mentirosamente presentado como “comunista”- todos los ideólogos, políticos, sindicalistas etc., nos repitieron hasta la náusea que el capitalismo era el “único mundo posible”, el entonces presidente USA –el papá del actual- prometió “un nuevo orden de prosperidad y paz”. Hoy, un buen número de obreros y de jóvenes tienen dudas cada vez más fuertes sobre ese aserto y piensan que este sistema social entraña peligros cada vez más graves para la existencia humana.
1.
El desempleo, la precariedad en el trabajo, el endurecimiento de las condiciones laborales, la pobreza, la vivienda imposible de pagar, la eliminación acelerada de las prestaciones sociales etc., se generalizan en todos los países. El capitalismo no lleva a un “nuevo orden de prosperidad” sino a un desorden espantoso de miseria, pobreza y sufrimientos.
2.
La guerra imperialista golpea un buen número de países y su proyección –los atentados terroristas de masas- traslada sus estragos a las poblaciones de países centrales como Gran Bretaña, USA o España. La barbarie cotidiana de Irak desmiente el eslogan de un “nuevo orden de paz”, bajo el capitalismo la perspectiva es un caos sangriento de guerras sin fin.
3.
La humanidad está sufriendo una fuerte destrucción medioambiental, producto de la crisis sin salida del capitalismo y del carácter irracional y anárquico de su régimen de producción. Pese a Protocolos como el de Kyoto o Conferencias “mundiales”, la política de los gobiernos, la búsqueda desesperada de ganancias, preparan desastres en cadena amenazando con arruinar las bases mismas de la producción humana.
4.
Sí el Estado es en todos los países la dictadura del Capital, los países que ocultan tal dictadura bajo la máscara de la democracia se vuelven cada vez más represivos y no tienen reparos en justificar la tortura, el asesinato a sangre fría y el control policial.
5.
El capitalismo provoca la destrucción cada vez más profunda de los lazos sociales entre los seres humanos, las tendencias cada vez más violentas al nihilismo suicida (encarnadas por esos kamikazes que hacen explotar las bombas que llevan al cinto para matar de forma indiscriminada decenas de semejantes), a los enfrentamientos irracionales, a los odios xenófobos, a toda clase de prácticas gangsteriles, pornográficas etc., todo lo cual muestra una sociedad que ha perdido la brújula. Bajo el capitalismo, como ya dijo en el siglo XVII Hobbes, “el hombre es un lobo para el hombre”, pero hoy, esas tendencias están llegando al paroxismo encerrando una amenaza grave para la convivencia humana.
Este pequeño resumen confirma claramente lo que ya dijo hace 85 años la Tercera Internacional: PARA QUE LA HUMANIDAD PUEDA VIVIR EL CAPITALISMO DEBE MORIR.
Se puede desarrollar más este tema aqui
2.- ¿Ha sido siempre el capitalismo un peligro para la humanidad?
Como dijo Carlos Marx “el capitalismo nació en el lodo y en la sangre”. Al ser una sociedad de clases y basarse en la explotación del hombre por el hombre supura por todos sus poros violencia, injusticia y opresión.
Sin embargo, el capitalismo tuvo una fase progresista en la cual contribuyó a que la humanidad se liberara del aislamiento localista, de las técnicas de producción arcaicas, del sometimiento a la arbitrariedad y el despotismo de príncipes, curas y reyes. El capitalismo forjó el mercado mundial, instauró técnicas de producción sociales y, sobre todo, formó en sus propias extrañas la clase explotada que puede derribarlo: el proletariado.
Esa fase progresista se acabó a principios del siglo XX cuando el sistema alcanzó sus límites históricos. El siglo XX ha sido el de las peores guerras de la historia humana, el de las expresiones más monstruosas de la dominación estatal, el del cinismo y la manipulación más descaradas, el del contraste más radical entre, por un lado, un desarrollo potencial de las capacidades productivas de la humanidad y, de otra parte, la explosión de las peores lacras de todo tipo: enfermedades, guerras, matanzas, hambrunas, miseria, degeneración moral, catástrofes ecológicas, climáticas, habitacionales… En el siglo XIX, el capitalismo –pese a los tremendos sufrimientos que causó- era un sistema social progresista; en los siglos XX y XXI se ha convertido en un sistema reaccionario que multiplica los sufrimientos y lleva la humanidad a la destrucción.
3.- ¿Quién puede acabar con el capitalismo?
El capitalismo es reo de los crímenes más atroces contra la humanidad. Pero ¿quién puede ejecutar la sentencia de su destrucción?
Muchas respuestas se han dado a esta pregunta: una coalición de seres humanos armados de justicia y buena voluntad; el pueblo entendiendo por tal todos los ciudadanos excepto cuatro oligarcas que se mueven en las sombras; un frente unido de las clases “populares” etc.
Sin embargo, la historia ha demostrado que ninguna de esas respuestas es válida. Desde que desapareció el viejo comunismo primitivo, la humanidad se halla dividida en clases sociales antagónicas y su historia es la historia de la lucha de clases, como señaló el Manifiesto Comunista.
Bajo el régimen capitalista, el proletariado es la clase revolucionaria de la sociedad. Es quien produce lo esencial de las riquezas sociales, quien trabaja de forma unitaria y colectiva, a quien sus intereses le impulsan a defender sus necesidades como seres humanos contra la dictadura de las necesidades económicas, políticas y militares que impone la reproducción del Capital.
El proletariado representa los intereses de la inmensa mayoría de la población explotada y oprimida. Afirmando su lucha independiente debe ganar a ésta al combate por la destrucción del capitalismo.
http://es.internationalism.org/ccionline/2005/capikk.htm
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