Según una investigación militar interna, los desaciertos fueron en la preparación y ejecución del asalto, pero reivindicó el accionar de sus soldados al sostener que tenían “motivos justificados" para abrir fuego y matar a los nueve activistas pro palestinos que viajaban hacia Gaza con ayuda humanitaria.
Una investigación militar israelí, dada a conocer este lunes, concluyó que no hubo inconductas ni negligencias en el ataque del 31 de mayo último al "Mavi Mármara", uno de los barcos de la Flotilla de la Libertad que transportada asistencia humanitaria a la bloqueada Franja de Gaza.
El operativo del comando de elite que abordó la embarcación terminó con la muerte de nueve activistas turcos, mientras que otros 45 resultaron heridos. Sin embargo, para Tel Aviv, esto sólo fue resultado de "errores de inteligencia y planeamiento".
El informe militar dice que el comando subestimó el riesgo de violencia de parte de los activistas, pero al mismo tiempo elogia su accionar y asegura que "tenía motivos justificados" para abrir fuego porque los activistas agredieron primero.
"La pesquisa halló que por un lado no hubo inconductas ni negligencias en ningún área fundamental durante una operación complicada", dijo el general retirado Giora Eiland, quien encabezó el equipo que realizó la investigación.
"Pero por otro lado hubo errores en decisiones, incluyendo en algunas tomadas a niveles relativamente altos, que hicieron que el resultado no fuera el que se había anticipado inicialmente", sostuvo Eiland al presentar un resumen del informe ante periodistas en el Ministerio de Defensa en Tel Aviv.
El informe en su totalidad no fue hecho público y Eiland no mencionó a ningún militar en particular ni dijo si recomendó o no alguna medida disciplinaria de algún tipo, informó la agencia de noticias DPA.
En un comunicado, el jefe del Estado Mayor Conjunto israelí, teniente general Gabi Ashkenazi, dijo que la investigación no reveló faltas ni negligencias pero "saca a la luz errores que deben ser corregidos para el futuro".
El informe se presentó en vísperas del esperado arribo a Gaza de otro barco con activistas que quieren romper el bloqueo que Israel y Egipto imponen a esa región palestina desde que fue conquistada por el movimiento islamista Hamas en 2007.
Los ocupantes del barco, de bandera libia y enviado por una organización de caridad dirigida por el hijo del presidente de Libia, Moammar Kadhafi, dicen que no buscan un enfrentamiento con Israel, pero que están determinados a llegar a destino.
"Este barco lleva ayuda humanitaria y sus organizadores no buscan propaganda política ni campañas mediáticas, ni ninguna provocación", dijo Youssef Sawani, director ejecutivo de la Fundación de Desarrollo y Caridad Internacional Kadhafi.
Sawani dijo esperar que la nave llegue a Gaza mañana.
El ataque a la flotilla en aguas del Mar Mediterráneo fue duramente cuestionado por la comunidad mundial, congeló las relaciones de Israel con su ex aliado musulmán Turquía y lo obligó a aliviar el bloqueo de Gaza. Sin embargo, hasta el momento Tel Aviv se ha negado a una investigación internacional dirigida por la ONU, por considerar que "no será imparcial".
El operativo del comando de elite que abordó la embarcación terminó con la muerte de nueve activistas turcos, mientras que otros 45 resultaron heridos. Sin embargo, para Tel Aviv, esto sólo fue resultado de "errores de inteligencia y planeamiento".
El informe militar dice que el comando subestimó el riesgo de violencia de parte de los activistas, pero al mismo tiempo elogia su accionar y asegura que "tenía motivos justificados" para abrir fuego porque los activistas agredieron primero.
"La pesquisa halló que por un lado no hubo inconductas ni negligencias en ningún área fundamental durante una operación complicada", dijo el general retirado Giora Eiland, quien encabezó el equipo que realizó la investigación.
"Pero por otro lado hubo errores en decisiones, incluyendo en algunas tomadas a niveles relativamente altos, que hicieron que el resultado no fuera el que se había anticipado inicialmente", sostuvo Eiland al presentar un resumen del informe ante periodistas en el Ministerio de Defensa en Tel Aviv.
El informe en su totalidad no fue hecho público y Eiland no mencionó a ningún militar en particular ni dijo si recomendó o no alguna medida disciplinaria de algún tipo, informó la agencia de noticias DPA.
En un comunicado, el jefe del Estado Mayor Conjunto israelí, teniente general Gabi Ashkenazi, dijo que la investigación no reveló faltas ni negligencias pero "saca a la luz errores que deben ser corregidos para el futuro".
El informe se presentó en vísperas del esperado arribo a Gaza de otro barco con activistas que quieren romper el bloqueo que Israel y Egipto imponen a esa región palestina desde que fue conquistada por el movimiento islamista Hamas en 2007.
Los ocupantes del barco, de bandera libia y enviado por una organización de caridad dirigida por el hijo del presidente de Libia, Moammar Kadhafi, dicen que no buscan un enfrentamiento con Israel, pero que están determinados a llegar a destino.
"Este barco lleva ayuda humanitaria y sus organizadores no buscan propaganda política ni campañas mediáticas, ni ninguna provocación", dijo Youssef Sawani, director ejecutivo de la Fundación de Desarrollo y Caridad Internacional Kadhafi.
Sawani dijo esperar que la nave llegue a Gaza mañana.
El ataque a la flotilla en aguas del Mar Mediterráneo fue duramente cuestionado por la comunidad mundial, congeló las relaciones de Israel con su ex aliado musulmán Turquía y lo obligó a aliviar el bloqueo de Gaza. Sin embargo, hasta el momento Tel Aviv se ha negado a una investigación internacional dirigida por la ONU, por considerar que "no será imparcial".
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