OTAN intensifica bombardeos para ''proteger civiles''
¿Quién no ha escuchado aviones surcar los cielos? Primero el sonido intenso, aparece y luego se disipa, poco a poco, hasta desaparecer.
Pero la sensación es diferente cuando una y otra vez, sofisticadas naves aéreas militares regresan a la caza de algún "objetivo”, dispuestas a destruir y matar con "precisión quirúrgica".
Entonces, el ruido penetra la piel y se estremecen los huesos. Pronto la tierra y paredes retumbarán con un nuevo estallido, alguien llorará, alguna vida se irá. En Trípoli esta experiencia ya se hace habitual, no por ello menos aterradora.
Durante la última noche y madrugada ensordecen unas ocho explosiones en la capital Libia. Dos al menos, mueven los cristales de nuestra habitación.
Es la OTAN que viene a proteger a civiles; "¿cómo es posible entonces que duerma entre saltos de angustia y horror?”
Salimos al barrio de Dahmani en el centro de ciudad. Al llegar nos cuentan y observamos la misión "salvadora" de los últimos misiles en un área abundante en residencial civiles.
Por segunda vez los bombardeos escogen como blanco instalaciones de la Corte Suprema Libia, oficinas del Fiscal General, así como instituciones de derechos humanos, civiles y de protección de mujeres y niños, además de áreas de rehabilitación de sordos y mudos de Trípoli.
Apenas entre 100 y 700 metros están dos torres de telecomunicaciones al parecer intactas. La Televisión estatal Libia reacciona de inmediato: "es un nuevo desafío a la conciencia del mundo, y una violación flagrante de todas las cartas, tratados y convenciones internacionales destinadas a proteger instituciones judiciales y de salvaguarda de madres, niños y niñas con discapacidad".
Hosin Ban Garza, trabajador de las instalaciones ahora destruidas, nos sale paso y dice: ¿"Hay algún equipo militar aquí? Lo que está haciendo la OTAN es asqueroso"
Ya de regreso al Hotel, vuelven también otros estallidos.
Retornamos al habitado centro de Trípoli y vemos un edificio de concreto impactado por misil. A pocos metros, un hospital vive momentos de tensión, con personas lesionadas; cristales, techos y lámparas rotas. "Esta no es un área militar" nos dice Mohamed Alí.
Según el Gobierno libio, al menos cuatro niños resultaron heridos por cristales luego de los bombardeos y dos de ellos "se encuentran en cuidados intensivos".
Pero la OTAN afirma apenas, haber destruido tres "centros de mando y control" en las proximidades de Trípoli. Carmen Romero, la portavoz de la Alianza, asegura que la estrategia es la misma: "reducir lo más posible la capacidad del régimen de Gadafi de bombardear civiles".
Qué extraña manera de evitar supuestos bombardeos, con más bombardeos.
El Obispo de Trípoli; Giovanni Martinelli acaba de declarar a la agencia vaticana "Asianews", que sólo ayer 30.000 personas huyeron hacia Túnez.
"¿Cuánto de pesadilla quedará todavía?"
Salimos al barrio de Dahmani en el centro de ciudad. Al llegar nos cuentan y observamos la misión "salvadora" de los últimos misiles en un área abundante en residencial civiles
Hosin Ban Garza, trabajador de las instalaciones ahora destruidas, nos sale paso y dice: ¿"Hay algún equipo militar aquí? Lo que está haciendo la OTAN es asqueroso"
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