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La amenaza del Codex Alimentarius


El Codex Alimentarius, latín para Código de los Alimentos, es una organización muy mal entendida, de la cual la mayoría de la gente jamás ha oído hablar, qué decir de entender la realidad de esta extremadamente poderosa organización de comercio. Según el sitio oficial del Codex (www.codexalimentarius.net), el altruista propósito de esta comisión es «proteger la salud de los consumidores y asegurar prácticas justas en el comercio de alimentos, además de promover la coordinación en los estándares para los alimentos; trabajo realizado por organizaciones internacionales gubernamentales y no gubernamentales». El Codex es una empresa conjunta regulada por la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación) y la OMS (Organización Mundial de la Salud).



BREVE HISTORIA DEL CODEX

La historia del Codex comenzó en 1893, cuando el imperio austro-húngaro decidió que necesitaba un conjunto específico de pautas, por las cuales las cortes pudiesen regirse para decidir en casos relacionados con alimentos. A este conjunto regulado de mandatos se lo conoció como Codex Alimentarius y se implememntó efectivamente hasta la caída del Imperio en 1918. Las Naciones Unidas se reunieron en 1962, y decidieron que el Codex debía reimplementarse a nivel mundial para proteger la salud de los consumidores. Dos tercios de los fondos asignados al Codex provienen de la FAO y el otro tercio lo aporta la OMS.

En 2002, la FAO y la OMS tuvieron serias preocupaciones con respecto a la dirección del Codex y contrataron a un consultor externo para que determinara su desempeño desde que fuera implementada en 1962, y para establecer qué dirección debía tomar esta organización de comercio en el futuro. El consultor concluyó que el Codex debía ser inmediatamente desechado y eliminado. Fue en ese momento que la gran industria se dio cuenta del inmenso potencial monetario de esta organización y ejerció su poderosa influencia. El resultado actualizado fue un moderado informe que pedía al Codex que mejorara 20 consideraciones varias dentro de la organización.

Desde 2002, la Comisión del Codex Alimentarius renunció encubiertamente a su rol de organización internacional a cargo de la salud pública y de la protección a los consumidores y, bajo la dirección de la gran industria, el nuevo Codex, subrepticiamente, asumió como su único rol el de aumentar las ganancias para las grandes instituciones corporativas globales, que exigen devoción ciega, mientras controla al mundo a través de los alimentos. El entendimiento implícito de su filosofía es que si se controlan los alimentos, se controla al mundo.



EL CODEX HOY

El país que predomina detrás de la agenda del Codex es Estados Unidos, cuyo solo propósito es beneficiar intereses multinacionales como los de la Gran Industria Farmacéutica, la Gran Agroindustria y las Grandes Compañías Químicas, entre otros. En la última reunión en Ginebra, los Estados Unidos asumieron recientemente la presidencia del Codex, lo cual va a propiciar una exacerbación de la distorsión en cuanto a las libertades de salud y a continuar con la promulgación de desinformación y mentiras respecto a los Organismos Genéticamente Modificados (GMOs) y a los nutrientes, mientras se cumple con el programa tácito de control de población. La razón por la cual los Estados Unidos continúan dominando el Codex es porque otros países creen, por error, que los Estados Unidos poseen la última y más avanzada tecnología en lo que se refiere a seguridad de los alimentos y, por lo tanto, cualquier cosa que los Estados Unidos piden casi siempre es aceptada sin objeciones por sus aliados.

A muchos de los países que desean participar y expresar sus opiniones en reuniones del Codex se les impide la asistencia al negarles Estados Unidos visas a sus representantes. Muchos de estos países, tales como Sudáfrica, Swazilandia, Kenya, Ghana, Egipto, Camerún, Sudán y Nigeria, por citar algunos, se dan cuenta de que el Codex pasó de ser una benévola organización alimen-taria a ser una organización fraudu-lenta, letal e ilegítima. El hecho de que las reuniones del Codex se lleven a cabo, alternadamente, en diferentes partes del mundo, tampoco es ninguna casualidad, y permite que los Estados Unidos mantengan un fuerte control sobre la agenda del Codex, al hacer imposible la participación de los países económica-mente menos desarrollados.




LA VERDADERA AMENAZA

Mientras la agenda oculta de los medios de comunicación está ocupada infundiendo miedo en los corazones del mundo, al enfocarnos en el terrorismo, el calentamiento global, la salmonella, la escasez de alimentos, etc., las verdaderas amenazas se están convirtiendo, clandestinamente, en una realidad. Muy pronto, cada cosa que usted se eche a la boca (con excepción de los productos farmacéuticos, por supuesto) va a estar completamente regulada por el Codex Alimentarius, incluso el agua. Los estándares del Codex son una verdadera afrenta a la libertad de tener alimentos limpios y sanos, aunque estos reglamentos no tengan ninguna validez legal a nivel internacional. ¿Por qué deberíamos preocuparnos? Porque estos estándares son inminentemente obligatorios para todos los países que son miembros de la Organización Mundial de Comercio. Si los países no cumplen con estas normas, sufrirán la aplicación de enormes sanciones comerciales. Algunos de los estándares que una vez implementados son completamente irrevocables, incluyen:

* Todos los nutrientes (vitaminas y minerales) han de considerarse toxinas/venenos y deben eliminarse de todos los alimentos, porque el Codex prohíbe el uso de nutrientes para «prevenir, tratar o curar cualquier condición o enfermedad».

* Todos los alimentos (incluso los orgánicos) deben ser irradiados para eliminar de los mismos todos los nutrientes tóxicos de los mismos (a menos que se consuman de manera local y crudos).

* Los nutrientes permitidos van a estar limitados a una lista positiva confeccionada por el Codex, la cual incluirá nutrientes «benéficos», tales como el flúor (3,8 mg diarios) que se obtienen desechos medioambientales. Todos los demás nutrientes van a estar prohibidos, tanto a nivel nacional como internacional, para todos los países sometidos al Codex [2].

* Todos los nutrientes que tengan algún efecto positivo sobre la salud, tales como CoQ10, las vitaminas A, B, C, D, el zinc y el magnesio, van a ser declarados ilegales bajo las reglas del Codex y deben reducirse a niveles insignificantes para la salud humana [3].

* Usted no podrá obtenerlos en ninguna parte del mundo, ni siquiera con receta médica.

* Todo consejo respecto a nutrición será ilegal, incluso aquéllos escritos on line o en artículos de revistas, o aun los consejos orales a amigos o miembros de la familia, van a ser ilegales. Esto incluye todas las consultas a nutricionistas.

* Todas las vacas lecheras deben ser tratadas con la hormona del crecimiento bovino recombinada, de Monsanto.

* Todos los animales usados como alimento deben ser tratados con potentes antibióticos y hormonas exógenas de crecimiento.

* La reintroducción de pesticidas letales y cancerígenos orgánicos que fueron proscritos en 1991 por 176 países, incluidos 7 de los 12 considerados los más dañinos según la Convención de Estocolmo sobre Pesticidas Orgánicos Persistentes (por ej., el hexaclorobenceno, toxafeno y Aldrin), van a ser nuevamente permitidos en los alimentos en niveles elevados [4].

* Se permitirán niveles tóxicos y peligrosos (0,5 ppb) de aflotoxina en la leche, toxina que se produce al darles a los animales alimentos que han producido moho por malas condiciones de almacenamiento. La aflotoxina es el segundo compuesto cancerígeno (no radioactivo) más potente conocido por el hombre.

* Se hace obligatorio el uso de hormonas del crecimiento y antibióticos en todos los animales, peces y aves destinados al consumo.

* Implementación mundial de la no rotulación de organismos genéticamente modificados, en las cosechas, animales, peces y árboles.

* Se permiten altos niveles de residuos de pesticidas e insecticidas que son tóxicos para seres humanos y animales.




LA PUERTA ESTÁ ABIERTA PARA EL CODEX

En 1995, la Dirección de Alimentos y Medicinas (FDA) de Estados Unidos creó una política ilegal al afirmar que los estándares internacionales (es decir, el Codex) iban a suplantar a las leyes estadounidenses que regulan a todos los alimentos, incluso si estos estándares estaban incompletos [5]. Aun más, en 2004, Estados Unidos promulgó el Acuerdo de Libre Comercio de Centro América (ilegal según las leyes estadounidenses, pero legal según la ley internacional) que compromete a Estados Unidos a ajustarse al Codex para diciembre de 2009 [6].

Una vez que se adoptan estos estándares, no existe la posibilidad de volver a las normas antiguas. Una vez que se empieza a acatar el estándar del Codex en un área determinada, éste se vuelve totalmente irrevocable para el país en cuestión, mientras éste permanezca como miembro de la Organización Mundial de Comercio. Por lo tanto, es imposible que estos estándares sean rechazados, cambiados o alterados en cualquier forma posible.

El control de la población por el dinero es la forma más fácil de describir al nuevo Codex, el cual es dirigido por los Estados Unidos y controlado por la gran industria farmacéutica, para reducir la población mundial a unos sustentables 500 millones, una reducción del 93 por ciento aproximadamente. La FAO y la OMS tienen la audacia de estimar que sólo con la introducción de las reglas referidas a las vitaminas y minerales se producirá un mínimo de 3 mil millones de muertes: mil millones por hambruna y dos mil millones por enfermedades evitables o degenerativas, causadas por una mala nutrición, tales como el cáncer, las enfermedades cardiovasculares y la diabetes.

Alimentos degradados, desmineralizados, llenos de pesticidas e irradiados, son la manera más eficaz y rápida de provocar un rentable brote de desnutrición y de enfermedades evitables y degenerativas cuyo tratamiento más apropiado es siempre el farmacológico. La ‘muerte rentable’ es el nuevo nombre del juego. Las grandes empresas farmacéuticas han estado esperando esta oportunidad por años.



fuente:
http://www.elciudadano.cl/2010/03/04/la-amenaza-del-codex-alimentarius/

1 comentarios:

Anónimo dijo...

realmente es un articulo novedoso, me gusto tiene los pensamientos que yo tengo e incluso las ideas como surgen en mi cabeza, espero que siguan escribiendo para poder evitar tales problemas que lo unico que buscan es la reduccion de humanos, los gringos lo llaman "SALVAR LA ESPECIE" pero acosta del sufrimiento y dolor de la misma especie

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